Por: Nestor Giraldo Mejia.

En aquella época corrían vientos de libertad no había atisbos de prohibicionismo y se gozaba de auténtica democracia en donde el abanico de ferias estaba abierto para todos los toreros nacionales.

El 4 de noviembre de 1990 se anunciaba en la plaza de toros Agustín Barona Pinillos de Palmira el formidable mano a mano entre dos colosos del momento; Cesar Rincón y Gitanillo de América lidiando toros de don Pepe Estela, ganadería emblemática del Valle del Cauca que hoy es solo recuerdo.

El percance ocurrió al inicio de la corrida, cuando el toro «Baratero» hirió gravemente al espada bogotano. El matador fue auxiliado de inmediato por su compañero y trasladado a una enfermería, donde su estado se reportó como crítico, requiriendo sangre. 

El periódico EL TIEMPO relató así lo sucedido esa tarde:

“Rincón fue trasladado en la madrugada de ayer al Hospital Universitario Evaristo García, de Cali, donde los médicos lo sometieron a una cuarta operación para controlarle una infección. Con tal fin dejaron la herida abierta. Esto obligó a los galenos a suspender las visitas al diestro por tiempo indefinido.

El grave percance se produjo, seguramente, por la forma como se entregó Rincón a la hora de entrar a matar. Luego de faena de dominio y demostración de conocimiento, largamente aplaudida por el público que colmaba la plaza palmirana, César entró a despachar a Baratero , de la ganadería de Ambaló, y colocó una estocada hasta la empuñadura. Sin embargo, el astado alcanzó al torero en la ingle izquierda. La herida interesó la vena femoral y colateral, lo que le ocasionó una abundante hemorragia.

Inmediatamente fue enviado al Hospital San Vicente de Paúl, distante pocas cuadras de la plaza. Un equipo de tres cirujanos le practicó una operación, que duró dos horas y 35 minutos. En las horas siguientes, el torero tuvo que ser sometido a dos nuevas intervenciones quirúrgicas para controlar una nueva hemorragia.

Ayer, según el parte médico, el paciente presentaba alta fiebre, clara muestra de infección. Para controlarla, la herida fue dejada abierta y así permanecerá uno o dos días más.

Gonzalo Rincón, padre de César, dijo que en cuanto a incapacidad, los médicos esperan la evolución clínica para emitir su concepto. Pero todo indica que no será tan larga como se creyó en principio. Es un muchacho muy fuerte, que se cuida mucho y eso es de gran ayuda, agregó.

Por lo pronto, el padre del matador informó que una corrida contratada en México no será suspendida sino aplazada. Así se lo hizo saber, desde España, el apoderado de su hijo. Están comprometidas por ahora las temporadas de Cali, Manizales y Cartagena. La corrida

El diestro Gitanillo de América, tuvo que lidiar los cinco toros en solitario. Su primero lo brindó a su compañero herido. Dio una vuelta al ruedo.

En el tercero de la tarde, Gitanillo calentó a los aficionados al recibir al toro con largas cambiadas, luego puso tres pares de banderillas entra ovaciones. Una faena valiente, con buenos pases y algunos desplantes temerarios, para dos intentos con la espada y descabelló al primer intento. Dio la vuelta al ruedo. Se retiró de los ruedos el subalterno Miguelete .

Al cuarto toro, también lo recibió con una larga cambiada. Luego del tercio de banderillas, realizó una buena faena. Alegre y tremendista. Mató de tres cuartos y estocada completa al segundo intento. Le fue concedida una oreja a petición del público.

El toro que viene (el quinto) es para Francisco Santos, para don Hernando Santos, para la hija del ex Presidente Turbay, para todos los secuestrados. Sé que Francisco Santos es un buen taurino. Espero que para el próximo mano a mano, él esté con nosotros, dijo por radio el diestro Gitanillo. En este toro, el peor de la tarde. De feas características, poco pudo hacer el Gitano, a pesar de intentar lucimiento por todos los medios. Dos pinchazos y estocada.

En el sexto, un toro sin clase, peligrosísimo, Gitanillo se vio en serios peligros, expuso a más no poder, pero logró someterlo y le realizó una faena, prácticamente jugándose la vida. Mató a cuerpo limpio y le otorgaron una oreja.”