Triunfaron los protagonistas en la celebración del festival taurino en las Islas Baleares. El Cordobés, Javier Conde. Cayetano, Emilio de Justo, El Rafi y el novillero Marcos Linares pasearon las orejas y un rabo del 4º de sus respectivos antagonistas excepción hecha de Javier Conde. Los utreros de El Torreón nobles y de buen comportamiento.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La realización de este festival en Las Baleares ha puesto un punto y aparte a la situación prohibicionista sobre la tauromaquia. Ha regresado la vida, la felicidad y la oxigenación a los habitantes de esta paradisiaca zona española.

El Cordobés, en el primero, dejó pasajes interesantes, templando en algunos momentos al buen y noble animal de Rincón. Especialmente en el final de faena. Lo mató de estocada y paseó el doble premio.

Javier Conde, frente al segundo, saludó en el tercio tras una faena que por momentos tuvo el embrujo que le caracteriza. Dejó muletazos por momentos templados… pero no rubricó su obra con el acero.

Dos versiones se reunieron en la faena de Cayetano, la primera de corte clásico de buen gusto y la segunda de estilo tremendista, pero la finalizó con naturales de frente. De un solo intento pasaportó al novillo de muy agradable comportamiento. Dos orejas.

Emilio de Justo no saca el acelerador, siempre comprometido con su excelente toreo y dándole la importancia requerida. Fiel a su responsabilidad profesional, ligó una faena de alto vuelo que fue premiada con los máximos trofeos. Dos orejas y rabo de otro gran ejemplar del ganadero César Rincón, al que le dieron el honor de la vuelta al ruedo.

El Rafi cortó una oreja por la entrega y disposición al corrido en 5º lugar. La empresa le obsequió el sobrero.

El novillero Marcos Linares con el que cerró el festival mostró sitio y oficio, realizó una faena templada por ambos costados. Dos orejas fue el premio concedido por la presidencia.