Más de tres cuartos de entrada en la quinta corrida de la 67 feria de Manizales con retraso de 45 minutos por efectos de la lluvia previa. Se lidiaron ejemplares de Juan Bernardo Caicedo bien presentados con diferentes capas y con diversos comportamientos, siendo pitados en el arrastre.

Por: Nestror A. Giraldo Mejia.

Luis Miguel Castrillón estuvo decoroso con el toro que le correspondió en primer lugar que no fue fácil, protestando mucho con la cara alta, pegando tornillazos y sin fijeza.  Faena sin trascendencia, sin emoción que no dejó expresar en su sentir a Castrillón. Estocada contraria sin efectos y dos descabellos. Silencio tras aviso. El cuarto embistió descompuesto por arreones complicando mucho la labor de los banderilleros y posteriormente al matador que comenzó doblándose por los dos pitones tratando de atemperar las embestidas. Faena deshilvanada con altibajos por las condiciones del toro que nunca quiso entregarse; sin embargo se abona la voluntad, la madurez y el oficio del torero que sorteó dos ejemplares muy complicados. Pinchazo, estocada sin efectos, otro pinchazo, varios descabellos y dos avisos.

Juan Ortega se estrelló con un toro sin ninguna transmisión pero buscándole las posibilidades dejando ver su gran calidad. Toreó el sevillano muy despacio por el pitón izquierdo sin ligar pero mostrando de uno en uno los muletazos de exquisita concepción. Faena sin tomar vuelo con detalles y pellizcos que fueron agradecidos por la concurrencia. Pinchazo y estocada. Ovación. El quinto mantuvo inédito al torero sevillano para torear con el percal. Faena de trámite en la que el espada quiso pero no pudo por el comportamiento irregular del toro que exhibió solo fenotipo. Dos pinchazos hondos y estocada defectuosa. Aviso.

Andrés Roca Rey lo intentó con el capote de manera infructuosa por la complicación que ofreció el astado. El toro cambiante en la muleta se dejó pegar muletazos por el pitón derecho de manera ligada en redondo. Por el izquierdo el limeño también mostró decisión, entrega y mucha técnica para ponerlo a embestir. El desplante no estuvo ausente ante el noble ejemplar. Estocada hasta la empuñadura. Dos orejas.  El sexto de la tarde-noche se lidió con mucho frio en los tendidos. Toro sin emplearse en el capote del torero inca dejándole el engaño muerto pero saliendo suelto. Brindis al público para torearle por los dos pitones tomando de manera clara el engaño. Muletazos de mano muy baja que tuvo ligazón, dejando la franela en la cara para tirar del toro huidizo. Series francamente de mucho mérito, con poder, con técnica y con vibración por el izquierdo. El estoque penetró en su totalidad en las carnes. Oreja 

Por: Nestor A. Giraldo Mejia. 

Más de tres cuartos de entrada en la quinta corrida de la 67 feria de Manizales con retraso de 45 minutos por efectos de la lluvia previa

Se lidiaron ejemplares de Juan Bernardo Caicedo bien presentados con diferentes capas y con diversos comportamientos, siendo pitados en el arrastre.

Luis Miguel Castrillón estuvo decoroso con el toro que le correspondió en primer lugar que no fue fácil, protestando mucho con la cara alta, pegando tornillazos y sin fijeza.  Faena sin trascendencia, sin emoción que no dejó expresar en su sentir a Castrillón. Estocada contraria sin efectos y dos descabellos. Silencio tras aviso. El cuarto embistió descompuesto por arreones complicando mucho la labor de los banderilleros y posteriormente al matador que comenzó doblándose por los dos pitones tratando de atemperar las embestidas. Faena deshilvanada con altibajos por las condiciones del toro que nunca quiso entregarse; sin embargo se abona la voluntad, la madurez y el oficio del torero que sorteó dos ejemplares muy complicados. Pinchazo, estocada sin efectos, otro pinchazo, varios descabellos y dos avisos.

Juan Ortega se estrelló con un toro sin ninguna transmisión pero buscándole las posibilidades dejando ver su gran calidad. Toreó el sevillano muy despacio por el pitón izquierdo sin ligar pero mostrando de uno en uno los muletazos de exquisita concepción. Faena sin tomar vuelo con detalles y pellizcos que fueron agradecidos por la concurrencia. Pinchazo y estocada. Ovación. El quinto mantuvo inédito al torero sevillano para torear con el percal. Faena de trámite en la que el espada quiso pero no pudo por el comportamiento irregular del toro que exhibió solo fenotipo. Dos pinchazos hondos y estocada defectuosa. Aviso.

Andrés Roca Rey lo intentó con el capote de manera infructuosa por la complicación que ofreció el astado. El toro cambiante en la muleta se dejó pegar muletazos por el pitón derecho de manera ligada en redondo. Por el izquierdo el limeño también mostró decisión, entrega y mucha técnica para ponerlo a embestir. El desplante no estuvo ausente ante el noble ejemplar. Estocada hasta la empuñadura. Dos orejas.  El sexto de la tarde-noche se lidió con mucho frio en los tendidos. Toro sin emplearse en el capote del torero inca dejándole el engaño muerto pero saliendo suelto. Brindis al público para torearle por los dos pitones tomando de manera clara el engaño. Muletazos de mano muy baja que tuvo ligazón, dejando la franela en la cara para tirar del toro huidizo. Series francamente de mucho mérito, con poder, con técnica y con vibración por el izquierdo. El estoque penetró en su totalidad en las carnes. Oreja