• 23 noviembre, 2024

PREOCUPACIÓN Y MIEDO

PREOCUPACIÓN Y MIEDO

A tan solo cinco días de la jornada electoral -primera vuelta- la que puede ser decisiva, Colombia se juega su futuro y su libertad. Preocupación por el mar de dudas que ha generado la Registraduría Nacional que continúa dando bandazos que oscurecen más el panorama. Miedo por ese sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que algo negativo va a suceder.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Muchos discursos en plaza pública y ahora en debates realizados por los todos los medios de comunicación (prensa escrita, radio,  TV incluidos los digitales y redes sociales). Candidatos monotemáticos que durante sus campañas no pudieron explicar, seguramente porque no las tienen las soluciones a todas sus propuestas. Particularmente el hombre del Pacto que la ha basado en falaces acusaciones del gobierno del 2002 al 2010. Predicamento reiterativo, aburridor y cansón. La nómina por supuesto se ha decantado. En esta recta final cuatro aspirantes sobreviven pero solo dos de ellos pasarán a la segunda vuelta en la que dirimirán con la ayuda de los colombianos y sus votos, quien llegará a la Casa de Nariño. Las encuestas de las empresas especializadas que en la anterior jornada 2018 se desfasaron, en la fotografía de este martes 24-2022 dan como seguro y desde hace mucho tiempo al nefasto ex alcalde de Bogotá D.C. Ciudadano controversial con antecedentes non-santos que con su diatriba política tiene atemorizados a los ciudadanos y ha despertado un sentimiento de desconfianza que los ha impulsado a creer que va suceder algo negativo. Sensación o emoción que puede ser verdadera. Este hombre que ha perdido las dimensiones de la realidad, traspasa la línea que lo lleva por el camino de estar convirtiéndose en un acosador y terrorista moral. Su intención es doblegar, esclavizar, dentro de un estilo de cambio del que ya en Colombia se conoce por lo que está aconteciendo en la región latinoamericana. La alarma de la sociedad colombiana debe estar encendida porque la amenaza es inminente. Convivir con el peligro sin ninguna otra alternativa sería una catástrofe. Para disuadir esa ansiedad, esa angustia, se debe no perder la consciencia, la sensatez, la inteligencia ni la calma para poder elegir acertadamente. Claro, si la Registraduría hace por lo menos un trabajo serio, honesto y sin errores. Lo que pasó con las elecciones legislativas es de vergüenza. La credibilidad de su trabajo y su transparencia no le dan seguridad al país. Al día de hoy todavía no se conoce la firma extranjera que va a realizar la auditoría. Increíble pero cierto. Colombia debe y tiene que seguir conservando su DEMOCRACIA. Después no habrá tiempo para el arrepentimiento. ¡Colombia elige bien!

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