Por 25 votos a favor y 4 en contra la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el proyecto de ley que busca la prohibición de las prácticas taurinas en todo el territorio nacional.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Juan Carlos Lozada del partido liberal ha sido el ponente, cuya exposición no ha tenido nada nuevo sobre el tema. La misma lección se viene escuchando por parte de estos políticos a quienes se les designa indistintamente para caer en el -campo de la mitomanía y del desconocimiento de la actividad de un ser humano que busca la estética con el fin de recrear a un público, bajo el aspecto de la realidad verdadera, de la música, el sentimiento y formas de belleza, valiéndose de la materia que es el toro de lidia en un escenario de vida o muerte, enfrentamiento de la racionalidad e irracionalidad enmarcado aunque no lo crean, en el arte y la cultura-. Tema difícil de entender para este congresista que se presta a contribuir a un mercado universal de multinacionales, pero en detrimento de la ecología y el medio ambiente.

El argumento puntual de Juan Carlos Lozada… “hoy la inmensa mayoría de los ciudadanos no acepta que una forma de tortura a un ser sintiente se ha considerado cultura, no solo el Congreso es el escenario para debatir este tema, también en la constitución, en el martirio no hay arte”.

Juan Manuel Daza, del Partido Centro Democrático, había presentado una moción solicitando el archivo de la proposición, una moción que ha sido rechazada. Daza ha argumentado su postura de la siguiente manera: “Los animales no son sujetos de derechos, los humanos tenemos un deber de protegerlos, la corte ha reconocido que la tauromaquia es una expresión cultural y se debe respetar”.

Ganaron porque a la contraparte no le permitieron exponer las razones y la finalidad por la cual debe seguirse permitiendo la celebración de las corridas de toros, según lo ha explicado en sus sentencias la Corte Constitucional. Queda tiempo por recorrer para que este proyecto llegue a su final con éxito. ¡Alerta! a partir de ahora para el conglomerado taurino que parece no salir de su zona de confort.

¡Señores! El problema es serio.