• 22 noviembre, 2024

CONFUNSION TOTAL

CONFUNSION TOTAL

Ni orden, ni claridad, ni coherencia,  se han puesto en práctica hasta el momento en el gobierno de Colombia. Cada día que pasa se retrocede con mucha velocidad. El cambio al que le apostaron los once millones de electores es un verdadero desastre. No olvidar que la confusión es parte de la indecisión.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

El presidente sorprende a diario con sus diatribas, arengas y declaraciones vía digital en contra de quienes no están de acuerdo con el manejo que le está dando al país. Los ha puesto en el imaginario en un campo de batalla considerándolos los enemigos a vencer sin importar la forma, lo que le lleva a caer en el irrespeto total. No hay derecho que su fanatismo ideológico, en el afán de obligarlo a su aceptación, lo hace figurar como un resentido social en todos los escenarios nacionales y extranjeros. Su experiencia política de la que se ufana no le ha funcionado para nada, los errores  empezando por  no establecer las condiciones que se deberían cumplir en la tristemente fracasada coalición de gobierno, le está pasando factura, al declararla inexistente en el pasado mes de abril. La reconstrucción no le será fácil. Ahora en el panorama salta la propuesta del político y ex vicepresidente Germán Vargas Lleras de conformar una coalición política, un bloque de 62 senadores  de los 106 y otro de los 186 representantes a la Cámara para hacer frente a las propuestas del gobierno nacional. A través de redes sociales el líder del partido Cambio Radical escribió«Formemos una nueva coalición en el Congreso a partir de este 20 de julio que nos garantice que no se tramitarán las reformas laboral, ni pensional ni de la salud». Formula al parecer ha tenido una gran receptividad. No solo los críticos sino sus más cercanos colaboradores se lamentan del despilfarro no solo económico sino de gobernabilidad. Son incontables los desaciertos. En sus huestes se encuentran personas cuestionadas e investigadas que ocupan cargos en el gobierno y/o ocupan curules en el Congreso. Continúa siendo la persona que polariza, no es un ser humano de paz. Sus actuaciones y salidas en falso suponen el querer ofrendar su vida, al buen estilo de los kamikaze y de paso llevarse al país al punto de no retorno. Sus encuentros con los colombianos que residen en el exterior y le ayudaron en la campaña presidencial los embarga la incertidumbre. Su discurso comunistoide va en contravía de los comentarios de familiares que están viviendo la realidad. Violencia, barbarie, inseguridad en campos y ciudades, más las reformas que no le fueron aprobadas y serán presentadas nuevamente en la próxima legislatura, son los temas y otros más causantes de la frustración. La brújula no tiene norte.

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