“CURRO ROMERO” NOVENTA AÑOS

“CURRO ROMERO” NOVENTA AÑOS

“El Faraón” del toreo se le reconoce en la actualidad. Su estilo y práctica de una tauromaquia que se inició en la década de los años sesenta y terminó cuarenta y un años después, es única e irrepetible.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Durante el tiempo que se mantuvo activo en el cual diseñó un estilo, una forma y una interpretación de una tauromaquia que al decir de los más ortodoxos de la época reñía con la que venía sucediendo en ese tiempo al que se le denominó la época de oro. Ese torero al que se le conoció como “Curro Romero” nacido el 1º de diciembre de 1933 en Camas y que apareciera en el firmamento taurino un 8 de septiembre de 1954 en la localidad de Utrera, inició una carrera que dividió a los aficionados. Su personalidad dentro y fuera de la plaza fue discutida en todos los estamentos que no comulgaban con sus formas. Algo tenía decían los sevillanos que creyeron en él y desde el momento en que hiciera su debut como novillero en la plaza de toros de Las Ventas -18 de julio de 1957-, toreó acompañado de Adolfo Aparicio y del colombo-ecuatoriano Alfonso Vásquez II,  los toros de D. Alipio Pérez Tabernero. A los dos años recibe el doctorado en la plaza de toros de Valencia (1959) de manos de Gregorio Sánchez y de Jaime Ostos con los toros del hierro del Conde de la Corte padrino y testigo respectivamente. Corrida en la que escuchó un aviso. A partir de ahí y durante cuatro décadas y algo más su carrera de matador de toros transita por la rúa no solamente del éxito sino también con un recorrido largo de altibajos. La suerte suprema fue su talón de Aquiles. Almohadillas fueron lanzadas desde los diferentes tendidos de los cosos taurinos, acción que se convirtió en moda puesto que los espectadores que asistían al espectáculo ya iban preparados. A manera de excusa sus fieles partidarios afirmaban que -Currito se vio obligado a tomar el olivo-.

Sin embargo Curro Romero el “Faraón de Camas”  D. Francisco Romero López, hoy por hoy, es el ícono, el mito, no solamente de los sevillanos sino de los aficionados del mundo. Su estatua que está en la antesala de una de las entradas de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla para visitantes y habitantes a su paso rinde con fervor homenaje a ese torero que deja un eterno recuerdo de su impronta. ¡Feliz Cumpleaños Maestro! 

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