Para algunos compatriotas hombres y mujeres que se encuentran en el exterior opinar sobre los acontecimientos del devenir del país, es muy fácil. Así lo dejan conocer a través de sus comunicaciones con diferentes medios periodísticos impresos, electrónicos, digitales.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La facilidad de las comunicaciones acercan a los habitantes del planeta de manera inmediata, por eso hoy en día las opiniones expresadas en los medios por los colombianos radicados en el exterior a favor o en contra de las realidades que se viven en el día a día suscitan reacciones adversas o favorables de  quienes les escuchan y/o leen. El país inicia el año 2021 bajo el yugo de la pandemia del coronavirus y a la que le disputará toda la atención otra, que es la política, puesto que se entra en la recta de la campaña pre-electoral que pondrán en marcha los diferentes grupos que con su trashumancia y transfuguismo de sus integrantes han ido desapareciendo a los tradicionales partidos políticos.

Lo que disgusta es que desde sus zonas de confort en el extranjero los connacionales de la farándula traten con sus declaraciones tendenciosas de decirle a quienes viven y sufren en el día a día de la república -el cual desconocen- a través de sus escritos y declaraciones a la tv y a la radio que tienen que hacer o por quien votar (constreñir), por la persona que ellos consideran debe ser el nuevo inquilino de la Casa de Nariño. Se les oye mal por la buena imagen que dejaron en la sociedad y que ahora con esa actitud están aplicando al transfuguismo, desdibujándola totalmente. Una pena.

De manera que los colombianos se moverán entre la vacunación y las campañas políticas en el presente 2021 y esperando que los congresistas presenten los proyectos que les han encargado y que son trascendentales para el desarrollo de la nación. Los de la frivolidad para otra oportunidad. Es la hora de trabajar y justificar el elevado salario. Así se rasguen las vestiduras  y quieran demostrar ante la opinión pública que renuncian a esa generosidad constitucional, que si quisieran en verdad, ellos mismos podrían modificarla, como han modificado tantas otras.