• 22 noviembre, 2024

EL DESQUITE DE “EMILIO DE JUSTO”

EL DESQUITE DE “EMILIO DE JUSTO”

Habían pasado 12 meses y algunos días para el desquite del diestro Emilio de Justo en la Meca del Toreo. Ante un toro de nombre Valentón  que lució el hierro de la ganadería de Garcigrande y al que le cortó las dos orejas permitió que el espada tuviese la oportunidad de reivindicarse con la primera afición del planeta. Morante hizo el paseíllo y na’ más. Tomás Rufo una oreja en su primero.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Cero y van dos. Vuelve la empresa a colocar el cartelillo de <agotadas las localidades> No era para menos. Los boletos se encontraban agotados desde hace muchos días, tras el anuncio de los toreros que comparecían a la segunda corrida del serial isidril. Emilio de Justo regresaba al ruedo de Las Ventas mentalizado y comprometido consigo mismo de obtener el triunfo que no había podido lograr en la corrida en la que se anunció como único espada el Domingo de Ramos del 2022, deuda que se pagó con creces y el reconocimiento de los congregados que le vitorearon desde el instante en que se abrió de capa. Ese 5º de la tarde  un dechado de bravura, de casta dentro de su buena presentación. Se deslizó persiguiendo los engaños por ambos costados, amén de su admirado encuentro con el caballo. El repertorio de Emilio también salió a relucir. Pases largos, templados y profundos, rematados en la hombrera contraria. La obra no tuvo objeción incluida la suerte de matar. Dos orejas para el cacereño que le otorgaban el derecho de salir en hombros de la feligresía por la Puerta Grande de la plaza de toros de Las Ventas y vuelta a -Valentón- marcado con el número 13 con la divisa de Garcigrande. En el 2º, primero de su lote, avisó la intención que traía. Faena realizada bajo la inclemencia del viento. Tandas por el pitón derecho, ajustadas, bien dibujadas, coreadas por el respetable. Intentó por naturales sin lograr lucimiento por las condiciones del tiempo. Un pinchazo antecede a la estocada que le priva de del premio. Saludos y ovación.

Tomás Rufo el novel del cartel encontró el 3º un buen ejemplar al que recibió de hinojos en el centro del ruedo y le aplicó una buena tanda por el derecho. Algunas protestas de inconformidad. Recompuso y ya en serio aprovecho el buen son y su labor subió de tono, especialmente por el derecho, series ligadas y concluidas de buena manera. Una oreja.

El traspié de Morante de la Puebla no le quita la importancia de figura del toreo. Los astros no se alinearon y la decepción de la afición madrileña fue total. Pitos y Bronca.

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