Quinta corrida de toros en la que el diestro Dávila Miura celebró sus 25 años de alternativa en la Feria de Santiago. El Juli y Roca Rey no se guardaron nada y sacaron a flote su talento y dominio sobre las reses del Puerto de San Lorenzo y Ventana del Puerto. Puerta Grande para el diestro de San Antonio de Velilla.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La celebración de los 25 años de alternativa del diestro Dávila Miura no fue todo lo exitoso que se esperaba. El triunfo y deseo de salir por la Puerta Grande del coso de Cuatro Caminos no fue posible. El sorteo no le favoreció, además de sufrir una aparatosa cogida en el 1º de su turno que le provocó una caída al rosarlo con los cuartos traseros y desestabilizarlo, embistiéndole de fea manera en el vientre que por fortuna no hizo presa. Todo quedó en un profundo corte debajo de la barbilla y del labio. Se mostró dolorido el torero aunque pudo sobreponerse cortando una oreja del toro. Controlado en la enfermería pudo salir a cumplir con el 4º.

Lo del torero madrileño Julián López “El Juli” no es para contarlo fácilmente, es para verlo y grabar sus faenas en la mente y retina. Disposición, profesionalismo y gobernabilidad en sus intervenciones, ante el lote más potable -sin ser lo ideal-. Firme, encajado, sacó muletazos de factura del poco fondo de sus antagonistas. Una oreja de cada uno de ellos le concedió la presidencia.

Tampoco fueron agradables los ejemplares que le correspondieron a Roca Rey. Muestras de falta de condiciones por su apariencia física el 3º y ausencia de casta el 6º al que debido al arrimón le cortó una oreja.