Creado en el mes de febrero del año en curso bajo la ideología de Progresismo- Socialdemocracia-Antiuribismo cuya posición en el panorama político colombiano es Centro Izquierda a Izquierda, liderado por el cordobés Gustavo Petro con el respaldo de líderes de otros partidos se proponen instaurar un gobierno a su estilo.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La idea de crear este Pacto Histórico aparte de ir contra el actual partido de gobierno -Centro Democrático y de su Fundador- es el de obtener en las próximas elecciones del 13 de marzo 2022 para el Congreso de la República 55 curules en el Senado y 86 en la Cámara de Representantes en la modalidad sombría de listas cerradas. Lo que supone que en las mismas entrarán muchos indeseables de los cuales los electores no se enterarán. Encabezadas por algunos ya conocidos que se han distinguido no por su trabajo durante varios periodos, sino por estar clasificados en el equipo de -ordeñadores del Estado- que bajo ese -postulado-temporal- muy seguramente, no resisten, ni piensan y les aterra en perder esa posición. El predicamento de presentar a los colombianos una -propuesta alternativa de poder- construida por las bases sociales es otro de los puntos que ponen en duda a quienes acudan a las urnas porque ya saben de los cambios en contra que se producen cuando los que lo pregonan asuman el mandato dictatorial que llevan dentro. Aspiraciones que complementan con ganar las elecciones el 29 de mayo 2022 -primera vuelta- o en su defecto el 19 de junio.

Casi veinte partidos de izquierda integran el Pacto Histórico que recoge a muchos políticos que otrora pertenecieron a los partidos tradicionales y en la actualidad se rasgan las vestiduras y siguen los lineamientos a -raja tabla- del dirigente -cuyo pasado no se olvida- que desea llegar a la presidencia con el cuento de preservar la democracia y posteriormente instaurar un gobierno totalitario. Ejemplos se tienen a la vista y en el entorno. Nada más lo acontecido recientemente en el país centroamericano de Nicaragua, elecciones democráticas según el mandatario pero con siete candidatos-competidores privados de la libertad. En Latinoamérica son varias las naciones que se dejaron engañar y ahora sus habitantes se arrepienten de haber dado su apoyo. Demostración clara de vulneración a la libertad, a la autodeterminación, a la seguridad personal, a la honra, a la propiedad, a la intimidad personal y familiar, a expresar libremente el pensamiento, a la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia,  a profesar una religión o no profesarla, son entre otros los derechos que tienen los pueblos del universo, los cuales estos políticos-progresistas y arbitrarios- los ignoran. ¡Colombia no debe entrar en esa lista!