El diestro peruano Fernando Roca Rey pone punto final a su carrera como matador de toros tras 17 años exactos de haber recibido la alternativa en la plaza de Acho de Lima -30 de octubre de 2005- de manos del maestro Enrique Ponce y de David Fandila “El Fandi” con las reses de Agualuna.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Este domingo 30 de octubre se celebra la primera corrida del ciclo limeño 2022 organizado por la empresa Casa Toreros. Festejo en el que el torero Fernando Roca Rey (hermano de Andrés) da un paso al costado para poner fin a su carrera profesional. Coincide la fecha de su retiro con la de su doctorado, al igual que el tauródromo en que se doctoró hace 17 años. Fue el maestro valenciano Enrique Ponce quien fungió de padrino de la ceremonia y quien la testificó fue el granadino David Fandila “El Fandi” con los toros de la ganadería de Agualuna. Le acompañan en el cartel el español Manuel Escribano y el venezolano Jesús E. Colombo.

En una carta escrita por su hermano Andrés (que se publica en las siguientes líneas) en la que le agradece todo en cuanto a la ayuda prestada en el discurrir de su formación personal y de igual forma por el fortalecimiento de la tauromaquia peruana.

Este es el texto de la carta en que despide a su hermano.

Qué admiración te tuve, te tengo y te tendré por los restos de mi vida, por lo que has significado para mí, pero sobre todo para el toreo en el Perú.

Un torero hecho en carreteras de tierra y a muchos metros sobre el nivel del mar, a veces en plazas sin enfermería y muchísimas veces ni doctores para salvarte la vida si el pitón de un toro te hería. Todo, porque tu filosofía te ha llevado a ser un guerrero apasionado por lo que haces, algo que me transmitiste desde que era un niño.

Hay veces que los que estamos a tu alrededor no hemos llegado a entender ciertos pensamientos o acciones, porque pocos están a la altura de un guerrero como tú, dispuesto a todo, incluso a morir por lo que amas. Es difícil entender a un ser distinto, muchas veces incomprendido.

Gracias por engrandecer el toreo en el Perú, por llenar las plazas en los pueblos, por tu ambición y por llegar a ser un ídolo nacional para muchos de nosotros. También por ser mi ejemplo, por ser mi maestro, amigo, compañero…, por motivarme cada vez que paso momentos difíciles, momentos que solo tú y yo sabemos lo duros que son en la intimidad, pero sobre todo, gracias por ser mi hermano.

Con lágrimas en los ojos te estoy escribiendo estas líneas días antes de tu despedida de los ruedos. Solo me queda agradecerte, y lo hago en nombre de todo el Perú taurino, tu compromiso y amor por la tauromaquia.

Gracias por todo, tu hermano Andrés.