GANÓ COLOMBIA… POR FIN

GANÓ COLOMBIA… POR FIN

El triunfo del seleccionado colombiano de futbol el pasado 16 del corriente mes ante su similar de Brasil  en el estadio Metropolitano de la ciudad de Barranquilla ha servido de paliativo al país desde lo sentimental, emocional y esperanzador dentro de esta convulsionada nación.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Todavía se disfruta del triunfo de la selección Colombia de futbol sobre la siempre súper-favorita Brasil, por dos goles a uno en el estadio Metropolitano de la capital del departamento del Atlántico el pasado jueves 16 de noviembre que albergó cerca de los cuarenta y cinco mil espectadores que de comienzo a fin apoyaron al combinado patrio. Pero tan solo a partir del minuto 74 al 77 en el segundo tiempo, la actual estrella internacional del equipo Luis Díaz anotó los dos goles de cabeza, mientras que los jugadores de la -verde amarella- abrieron el marcador a los tres minutos de iniciado el encuentro por parte del futbolista Gabriel Martinelli. Triunfo histórico por demás, porque fue la primera vez en la que se le gana en competencia oficial FIFA clasificatorias al mundial 2026 que debe jugarse en México, Estados Unidos y Canadá.

Decimos que el triunfo colombiano ha servido de paliativo porque como es de conocimiento global la república viene debatiéndose entre una polarización extrema generada por el mandatario a causa de sus políticas ideologizadas que son rechazadas por la mayoría de los ciudadanos desde hace quince meses. Prueba de ello fue la fuerte y ensordecedora rechifla que le propinaron los asistentes que abarrotaron las tribunas del estadio barranquillero en protesta por la manera incorrecta en que está dirigiendo las políticas sociales, económicas, fiscales, públicas, especialmente la de la paz total. Con gritos al unísono de fuera Petro… fuera Petro… protesta mayoritaria por la que tuvo que abandonar su hija menor de edad en compañía de otros familiares , puesto que el viajero gobernante se encontraba en la reunión de presidentes del grupo Asia-Pacífico en San Francisco (USA). El deslegitimar a quienes piensan diferente no es el camino. Uno de sus áulicos en el Senado -Iván Cepeda- ha presentado recientemente un perverso proyecto de ley que en su esencia pide meter a la cárcel por quince años a quienes obstruyan la paz total. Es otro extremista de izquierda radical que quiere y desea que Petro se eternice en el poder. No olvidar que el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe.

Ven, porque el triunfo de los integrantes del seleccionado nacional de futbol sirve de paliativo desafortunadamente de forma efímera.

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