Finalizó de manera exitosa la jornada anual de TOROS Y CIUDAD, dejando al novillero Eduardo Contreras de Villapinzón como espada del escalafón menor en la vista de empresarios, ganaderos y aficionados por sus condiciones y a quien habrá que darle más oportunidades para ir madurando su camino hacia el escalafón mayor.

La corrida de Ernesto Gutiérrez justa de presentación, destacando el lidiado en segundo lugar de nombre Jornalero que fue indultado.

Importante asistencia dentro de las normas de bio seguridad requeridas.

Toro terciado, descastado, sin transmisión ni fijeza con el que anduvo bien Santiago Naranjo en pases aislados por las condiciones del astado. Media docena de pinchazos antecedieron una estocada en buen sitio sin ser efectiva y cuatro descabellos. Silencio tras aviso

Buen toro le correspondió al antioqueño Luis Miguel Castrillón que inició con doblones toreros y después series despaciosas en redondo alargando el brazo hasta el final con remates de pecho y trincherazos. Se gustó mucho por el pitón izquierdo y por el derecho los redondos fueron templados. Faena larga y de gusto. Toro con buen son, ritmo en las embestidas, movilidad, mucho fondo y muy noble. Dos orejas simbólicas por indulto que solicito de manera unánime toda la plaza. “Jornalero” su nombre, marcado con el número 353 de 446 kilos.

Sin apuros con buenos andares, Sergio Blanco fue construyendo una faena muy centrada a un toro que por momentos se distraía pero con nobleza. Las series por el pitón izquierdo fueron ajustadas. El toro fue perdiendo gas y así mismo su ímpetu, yéndose a refugiar en tablas sin que la faena hubiese tomado el vuelo suficiente. Estocada trasera. Una oreja.

Franco Salcedo tuvo intermitencias en su labor con un toro a veces de embestidas ásperas echando la cara arriba. Lo mejor, la estocada que fue de efectos inmediatos. La parroquia se lo agradeció y lo obligó a dar la vuelta al ruedo.

David Martínez cubrió el segundo tercio destacando el tercer par al violín. Inició de rodillas en el centro del ruedo con muletazos en redondo. Series importantes sobre las dos manos que resultaron ligadas al noble toro. La gente le protestó seguramente la brevedad de la faena entrando a matar y dejando tres cuartos de espada efectivos. Al final la misma gente que le protestó pidió la oreja que fue concedida.

Buen manejo del percal de Sebastián Caqueza con quite después del picotazo por gaoneras. Tiene un gran sentido del temple y así lo dejó ver en el inicio de faena con las dos rodillas en tierra ajustándose en buenos derechazos. El toro con calidad tardeando a veces. Las series de Caqueza muy encajadas. El epilogo de la faena

por manoletinas fueron coreadas. Emborronó su actuación con pinchazos antes de la estocada perdiendo quizás un apéndice.