El Director de la Casa de Misericordia de Pamplona falleció en la madrugada del pasado vienes a causa de las complicaciones que venía padeciendo en los últimos meses. Su dirección durante más de tres década llevó a la modernidad a la Casa que creció en la ayuda a las personas de alta vulnerabilidad.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La muerte de Ignacio Cia lamentada por todos los estamentos de la sociedad navarra y taurina deja un vacío difícil de llenar. Profesional en todos sus actos laborales le llevaron a ocupar la Dirección de la Casa de la Misericordia durante algo más de treinta años. Alma y nervio de la fiesta taurina por su conocimiento y afición logró que las fiestas alcanzaran el vuelo del que en la actualidad se disfruta.

Próximo a cumplir 88 años el 15 de mayo era poseedor de una gran sensibilidad artística especialmente en la pintura costumbrista, pintó retratos, paisajes y también fue el autor de algunos carteles de varias ferias taurinas. Fruto de su pasión por los toros, también hizo sus pinitos como aficionado práctico.

Ignacio Cía fue uno de los máximos conocedores de la plaza de toros de Pamplona, de sus intimidades e idiosincrasia. “Han ocurrido muchas cosas desde que entré en la Casa de Misericordia. Siempre me dicen que si pienso que los tiempos han cambiado. No lo sé. O no sabría contestar con exactitud. Lo cierto es que por encima de modas o tiempos concretos, el espíritu de las fiestas de San Fermín permanece inalterable” respondió alguna vez al interrogante formulado por la prensa.