Guillena ha sido otra de las plazas en la que el diestro Oliva Soto confirma su buen hacer del que viene disfrutando desde hace tiempo como lo ha disfrutado esta tarde dominical al cortar tres orejas (1 y 2) a los toros de la ganadería de Manolo Blázquez. Sus compañeros de terna Rafael Serna y Ruiz Muñoz no tocaron pelo a pesar de sus aplaudidas actuaciones.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Guillena la localidad andaluza vivió una muy importante tarde de toros este último domingo del mes de julio en cuya plaza de toros realizaron el paseíllo los diestros Oliva Soto, Rafael Serna y Ruiz Muñoz quienes se las entendieron con un flojo encierro de la ganadería de Manolo Blázquez que pastan en la jurisdicción de Antequera. Festejo al que se dio inicio con una hora de retraso y estoicamente toreros, aficionados, prensa y trabajadores soportaron la alta temperatura que sobrepasaba los 40º, en ese pequeño tauródromo construido en el patio de armas de un Castillo Musulmán.

Tres toreros de arte que estuvieron por encima de los bureles que no humillaron, falto de clase, con genio el 2º, distraídos, descastado el 5º y noble el 3º. Oliva Soto el diestro de Camas disfruta el momento, con mucho rodaje, inteligente, deleitó a la concurrencia con el manejo del capote al ejecutar un nutrido ramillete de verónicas a sus ejemplares, templadas y de buen gusto, como de buen gusto y ligadas fueron sus faenas de muleta construidas por el pitón derecho porque por el lado contrario era imposible. Una oreja le concedió el palco en el primero de su lote. Mientras que en el segundo su labor iniciada en una suerte antigua -sentado en la silla- elaboró seguidamente varias tandas con excelsa disposición y firmeza que finiquitó colocando la espada en todo lo alto y hasta las cintas. Dos orejas.

La evolución de Rafael Serna es indiscutida. Torero serio, expositor de una tauromaquia exquisita, de toreo lento, estético, valor justo, como lo demostró en la lidia de su 1º al que le pisó los terrenos; lances y pases muy bien dibujados, realizados bajo la premisa del dominio. Les dio la lidia exacta, de mucho entendimiento, hasta conseguir enhebrarlos en series por el derecho de varios pases, bien rematados a la hombrera contraria. Fuerte petición del premio que la presidencia no contempló. Se cambió por una ovación de gala. Entrega y convicción con el colorado 5º que se dolió al colocarle los garapullos. Lo consintió hasta conseguir el fondo de casta y recetarle dos series muy, muy ligadas. El sevillano que se alternativó en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla hace siete años hace parte de la baraja de los jóvenes hechos ya realidad que a futuro sustentarán la continuidad de la fiesta de los toros del planeta.

El más joven de la terna Ruiz Muñoz no desentonó. Mostró el -buen cante- su lote tampoco desentonó respecto de los anteriores, el distraído 3º, mansurroneo, pero su nobleza lo destaca. Se acabó muy pronto. Con el último aspiró al premio pero las condiciones del toro no fueron óptimas. Mucha torería y buen concepto le colocarán en el puesto que busca.