• 22 noviembre, 2024

OTRA TRIUNFAL COMPARECENCIA DE EMILIO DE JUSTO QUE SALE A HOMBROS DE CAÑAVERALEJO

OTRA TRIUNFAL COMPARECENCIA DE EMILIO DE JUSTO QUE SALE A HOMBROS DE CAÑAVERALEJO

Algo más de media plaza registraron los tendidos de “Cañaveralejo” en el cierre de la feria de Cali con triunfo del torero extremeño Emilio de Justo que salió en volandas. Se lidiaron ejemplares de “Las Ventas del Espíritu Santo” de diverso juego y que pesaron respectivamente 450 – 470 – 490 – 460 – 450 y 450 kilos.

Luis Bolívar que pasa por un magnifico momento profesional de madurez torera, tuvo en su primer ejemplar que ejecutar la faena a media altura pero muy templada y consintiendo la embestida por la carencia de fuerza de su oponente que si bien tuvo clase también es cierto que tuvo instantes de derrumbamiento. Colocó la espada en buen sitio y aunque se solicitó el trofeo, la presidencia denegó la petición. Ovación. En el tercero, un toro feo de hechuras y con incomodas embestidas en la capa y descompuestas con la cara arriba en la muleta logró templar a pesar del viento que molestó demasiado; las distancias y el sitio que le dio al toro fueron fundamentales, colocando buena estocada dejándoselo venir de largo para cortar la oreja. El quinto tuvo algunas reservas incluso a la hora de cumplir con el segundo tercio en el que Carlos Rodríguez “Garrido”, exponiendo mucho y porfiando, colocó gran par que lo hizo destocar saludando desde el tercio. El ejemplar tuvo comportamiento interesante sobre todo por el pitón derecho con nobleza y buen recorrido. El epilogo de la labor del caleño fue por manoletinas perdiendo mínimo una oreja más por las estocadas defectuosas y los tres descabellos que utilizó para finiquitar el animal. Silencio tras aviso

La faena de Emilio de Justo en el segundo tuvo el enemigo del viento que lo descubría permanentemente. “Exiliado” fue un toro noble, con clase pero lamentablemente sin fuerza al que le pudo engarzar muletazos estimables por los dos pitones. Estocada defectuosa y otra más con eficacia. Ovación. El cuarto también muy justo de fuerza pero con mayores complicaciones, revolviéndose en un palmo de terreno y recostándose demasiado. En esta ocasión se vio un Emilio valiente y porfiando demasiado. Estocada entera y dos descabellos. Pitos al toro y palmas al extremeño. Faena muy completa en el sexto. Con la capa lució maravillosamente toreando por chicuelinas ajustadas y con la pañosa tomó distancia pues veía que el toro se arrancaba de largo y prodigó muletazos francamente de muy buena factura, de mucho temple aprovechando el buen recorrido del toro que fue bravo, con fijeza y noble. Series conjuntadas, abrochadas siempre con su personal pase de pecho a la hombrera contraria. Las dos orejas fueron el premio a una labor inteligente y de mucha torería expuesta por el espada oriundo de Cáceres en España.

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