Es lo que pretenden los -antis- , la izquierda colombiana, instaurar un gobierno que controle toda actividad ciudadana y obligarla al trabajo a beneficio del estado social, sin derecho a la protesta. Las alianzas perversas de los grupillos no se detienen para conseguir su objetivo

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Todo está encaminado por parte de los pequeños grupos conformados por los políticos que no tienen trascendencia, a la unión -ya realizada- para derrotar en las urnas al candidato presidencial de la derecha y lograr una mayoría en el Congreso de la República -Cámara y Senado- en las próximas elecciones del 2022, acogiéndose a la descalificación mal intencionada para con sus rivales. La política dicen da para todo. Pero es que se les eligió para trabajar en beneficio del pueblo y no para obtener logros personales que es lo que siempre sucede. Ahora cuando la situación es delicada por cuenta de la pandemia del coronavirus la desigualdad en el mundo es más notoria, difícil de normalizarla en cuatro años. ¡Claro! Si esto llegase a ocurrir en Colombia, cualquiera de estos promeseros buscaría la forma de eternizarse en el poder. Los regímenes de izquierda por historia son pésimos administradores, miremos a las naciones que actualmente lo tienen, están en bancarrota.

Vale la pena acordarnos del nacimiento de un movimiento -artístico- cultural y social, hace dos años en Cuba, llamado Movimiento San Isidro (MSI), creado para manifestar la inconformidad de sus integrantes y representantes de un sector de los habitantes, sobre el manejo gubernamental de la isla. Pero la esperanza no creció y la ilusión desapareció. Catorce jóvenes integrantes del movimiento fueron acallados el pasado noviembre, porque estaban realizando una huelga de hambre-seca en un apartamento a medio derrumbar en la parte antigua de la Habana por la detención de un cantante de música moderna. Lo mismo sucedió recientemente en Barcelona. Las protestas de gobiernos internacionales no se hicieron esperar, como la de los entes continentales y mundiales, protestas de las que se hizo caso omiso. En esta clase de gobiernos también se ignoran todos los derechos de la sociedad. Esto para decirle a la juventud del país colombiano que la dirección a la que le está apostando no es la correcta. Está siendo manipulada por políticos de doble moral. La igualdad, gratuidad y demás garantías que le ofrecen, se olvida cuando llegan al poder. Ejemplos tenemos. Bogotá DC., Medellín, Cali, Armenia, todos los índices delincuenciales se encuentran disparados y el manejo administrativo deja mucho que desear. Políticos-primíparos-nazistas cuya actitud es la de avasallar a los ciudadanos y coartar sus libertades. Oh si no, amables lectores pregunten al colectivo taurino del mundo, víctima de estas nefastas decisiones.