Julio Cesar Cáceres -torero- y José Vicente Gil -político- partieron de este mundo terrenal dejando un gran vacío en el seno de sus más cercanos familiares y dentro del colectivo taurino.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Julio Cesar Cáceres, torero de profesión, vivió para defenderla y engrandecerla, como la mayoría de sus compañeros de época que no se ahorraron nada para conseguir el sitio de privilegio del que se gozó por varias décadas y que desafortunadamente desde hace algunos años viene desapareciendo. La promovió en los más recónditos lugares de la Colombia profunda.

José Vicente Gil, lucho desde el inicio de su ejercicio político en el Valle de Ubaté desde el cual contribuyo de gran forma en la extensión de la tauromaquia por esa región. En Lenguazaque localidad de gran arraigo taurino ocupo el puesto de alcalde y desde allí colaboro en la institucionalización de la feria taurina.

Desde estas líneas hacemos llegar nuestro abrazo solidario a los familiares y amigos de estos dos amigos que emprendieron el viaje eterno.

D.E.P.