No se obtienen por el momento acuerdos en el interior de las campañas, ni en su eslogan, ni en la elección definitiva de su candidato-representante a la presidencia. Pero lo que sí se advierte es que a la sombra se esconden perfiles de personajes tocados por la corrupción y el narcotráfico, heredados en primer, segundo o tercer grado de consanguinidad. Por eso la preferencia de las listas cerradas.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Por lo que hasta ahora se ve, se escucha y se lee, es que los diferentes candidatos -muy pocos con el respaldo- de su colectividad y otros la gran mayoría se encuentran a la espera de definir su situación, demorada porque las alianzas, dividas en su interior, no se han puesto de acuerdo. Pero en lo que sí se está de acuerdo, es en la continuidad del uso del lenguaje sucio, del desprestigio a los contrarios, de enrarecer el ambiente y ocultar bajo esa estrategia ya conocida personajes que han cometido graves pecados mortales. Ataques y mentiras demuestran que para esos aspirantes no fluyen nuevas ideas, pero sí les fluye el odio. Método fatal de engaño y destrucción para lograr su objetivo. Algunos de esos políticos que han girado en contrario y cambiado de color -como los camaleones- y también de ideas tan rápidamente, que en sus correrías por las diferentes regiones del país, despotrican con saña, llegando a la infamia, de sus contrarios para tratar de convencer a los habitantes que ellos son la solución. Predicamento que no es viable, ni moral, ni políticamente. ¡Pericia y/o estrategia censurable! Cuando se juzga al contrario, sólo sacan a relucir sus propios defectos.

Si los colombianos olvidan su sensatez en un momento tan definitivo y crucial como es el de hacer uso del derecho al voto, Colombia vivirá bajo el imperio de la ignominia. No se puede aceptar que ese tipo de artimañas estén por encima de los valores. No siempre el fin justifica los medios. Para ellos no existe la reflexión. Con personas como estas los ciudadanos nunca podrán aspirar a presenciar una campaña política transparente con protagonistas exentos de deudas con la justicia, de los clanes provinciales que pretenden eternizarse, de los que están subvencionados por los grupos ilegales que venden anticipadamente su conciencia y de uno que otro malandrín que logra colarse. Si se favorece a estos timadores de conciencia pasaran muchas generaciones de ver en esta nación un líder o lideresa con ideas claras, concisas, que ponga su talento y trabajo al servicio del pueblo. Un ejemplo del que hablará la historia mundial, es el realizado por la Canciller alemana Angela Merkel durante dieciséis años.

El refrán popular dice… que como es el desayuno, será el almuerzo y la comida. Es decir más de lo mismo. Colombia piensa y razona.