• 7 septiembre, 2024

REAPARECIO “EL CORDOBES”

Tras tres años de ausencia de los ruedos Manuel Díaz reapareció este sábado 17 de abril en la localidad de Sanlúcar de Barrameda al lado del maestro Enrique Ponce y del espectacular Emilio de Justo intérprete del toreo puro,  con los toros de D. Juan Pedro Domecq. Corrida seria, noble y bien presentada.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Corrida que rompió la monotonía, la tensión suscitada por lo que aconteció con Sevilla, la incertidumbre, las dubitaciones por las que atraviesa la tauromaquia, a causa de la pandemia y hasta con la regularidad del tiempo estimado para este tipo de espectáculos que sigue aglutinando espectadores virtuales allende las fronteras hispanas. Pero valió la pena. Se vio que el público conserva un buen recuerdo de “El Cordobés”, torero carismático al que le ovacionaron  y aplaudieron, por su entrega, voluntad, deseos de triunfo, ante la cara de sus antagonistas que no fueron un dechado de buenas condiciones, sino por el contrario le plantearon incomodidades. Series de buen calibre por ambos costados en el primero de su lote que colofonó con una estocada poco efectiva que demoró la caída del cornúpeta. Esfuerzo en la labor que le ameritó la concesión de un apéndice. En el otro -5º bis- de la tarde, de poca fuerza, con doblones de buena factura, ahormó la embestida y construyó una buena faena a la que le incluyó, el emocionante pase del -salto de la rana- arriesgando su salud y positivismo de la cirugía que le practicaron para devolverle a la normalidad. Toro que se fue al destasadero tardíamente después de varios intentos. Recorrió el anillo en medio de aplausos.

El maestro Enrique Ponce mostró todo su talento y bagaje. Más de tres décadas de haberse doctorado le dan un plus para entender y conocer en segundos el comportamiento de las reses. Con un cinqueño con hechuras, buena presencia y romana abrió plaza que marcó el tono y el valenciano tocó el teclado perfectamente para que la faena vibrante por su contenido artístico fuera premiada. Lastimosamente sin buenos finales. En su siguiente turno -4º de la corrida- falto de clase, sin embargo se prestó para que Enrique se doblara con él y posteriormente le ejecutara unos emocionantes circulares. Cambió su estilo el juanpedro e hizo que la situación se complicara y el matador de turno pasara afugias de las que no se le veían hace mucho tiempo.

“Emilio de Justo” es el diestro que en el momento marca la diferencia. Su interpretación del -toreo puro- embelesa, gusta y lo hace ver fácil. Es una fuente de la verdad del arte. Dominio y temple con capote y muleta. Una excelente demostración para quienes hicieron presencia física y virtual en la plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda. Dos faenas diferentes ante dos toros de diferente comportamiento, pero con la misma esencia y cadencia. Toreo por bajo, en redondo y profundo que tuvo su máximo premio al cortar dos orejas en el corrido en tercer lugar y en el que cerró malogró su labor exquisita por las espadas.

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