Por: Néstor A. Giraldo Mejía

La incapacidad mental, bajo coeficiente intelectual e ignorancia supina de la señora Yuly Esmeralda Hernández Silva, dizque Senadora de la Republica, le ha llevado a cometer imprecisiones aseverando que su campaña ha sido “Bonita y Honesta”, atacando sin fundamento alguno la actividad taurina.

Una mente solo con ideología fundamentalista radical y por el prurito y fijación de acabar con esta acción que genera empleo y economía para el país, puede pensar con proyectos prohibicionistas, llevar a un gran sector del campesinado nacional a la más absoluta pobreza de familias que laboran desde hace años en dehesas ganaderas donde se cría el toro bravo.

La ignorancia, desconocimiento y manifiesta aversión al campo, llevan a la señora Hernández a desenfrenar sus propósitos prohibicionistas en la desaparición de la especie que en los antepasados se definía como Bos Primigenius Taurus sin llegar siquiera a tomarse la molestia de pisar un potrero donde en libertad se crían estos animales por temor seguramente a untar sus zapatos de los deshechos fisiológicos de los vacunos.

La señora Hernández que pertenece al partido de gobierno, supuestamente defensor del campo colombiano, de manera incoherente lo ataca con sus proyectos inanes, siendo rechazada por un amplio sector de la sociedad.