Sentimiento puro… Madrid despidió a su ídolo… abarrotó los tendidos en demostración del cariño que por más de dos décadas brindo a Julián López “El Juli” el torero que revolucionó el planeta cuando apenas contaba con 15 años -edad- con la que debutó en México en 1997 y desde donde realizó toda su carrera novilleril.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Alegría inmensa, emoción y una que otra lágrima humedecieron los ojos de los presentes y un  algo que hacía correr a otra velocidad la sangre de los veinte dos mil novecientos sesenta y cuatro espectadores que se apostaron desde tempranas horas para brindarle una atronadora ovación al torero que en definitiva y después de un tiempo prudencial del discurrir de su carrera se le entregaron. Fecha histórica este 30 de septiembre 2023 primera corrida de la -Feria de Otoño- una más que organizó la empresa -Plaza 1- seleccionada por estos entendidos para la realización de la corrida en la que el espada Julián López Escobar se despedía indefinidamente de la afición más exigente del universo.

Cuatro toros se corrieron con el hierro del Puerto de San Lorenzo y dos de la Ventana del Puerto (2º y 3º) para los diestros Uceda Leal, El Juli y Tomás Rufo. Por el resultado los de mejor potabilidad fueron el 5º y el 6º. Con el penúltimo de la tarde fue en el que El Juli hizo explotar el fervor que estaba contenido en el corazón de la feligresía. Faena marca de la casa de -menos a más-, limpia, maciza, técnica, talentosa y rubricada como rezan los cánones. Dos orejas. Brindó la faena de su primer toro a la presidenta de la Comunidad de Madrid -Isabel Díaz Ayuso- con las siguientes palabras “Quiero agradecerte todo lo que haces por la tauromaquia, por Madrid y por España. Eres un ejemplo. Te brindo este toro con toda mi admiración y respeto”.

Tomás Rufo cortó una oreja en el sexto.  Con las dos rodillas en tierra, Rufo llevó muy largo y templado a su oponente y la plaza entró de lleno en una faena de más a menos por el poco fondo del toro. El cierre por manoletinas y la efectiva estocada propiciaron la petición y el trofeo. 

Uceda Leal dejó lo mejor con el que abrió la tarde. Lo cuidó y ligó a media altura en las primeras series con la diestra, antes de echarse la muleta a la izquierda, con la que llegarían los pasajes de mayor mano baja y profundidad. Dejó una estocada entera y saludó una ovación desde el tercio. Con el que hizo cuarto fue imposible el lucimiento.