Minutos -pocos desafortunadamente- que regaló en el albero dorado de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla Alejandro Talavante toreando al natural. El reposo y la seriedad en la lidia del 5º fueron los pilares para que le concedieran un apéndice. El Juli y Tomás Rufo abandonaron de puntillas.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

El crédito que tiene Alejandro Talavante se mantiene todavía con la afición de la capital andaluza porque lo acontecido el día lunes 24 se lo entendieron al no encontrar en la materia prima el juego propicio para demostrar que su dimensión de figura del toreo está vigente. Hoy martes 25, dejó ver un rayo de luz en su segunda salida ante el buen ejemplar de Domingo Hernández al que le cortó una oreja, premio por el acople en la construcción de la faena especialmente por el pitón izquierdo costado por donde mejor se comportó, mismo por donde Alejandro lo hace a placer toreando al natural, mano (como testificaban los cronistas de antaño, era con la que se cobraba). Serrador corrido en 5º lugar tuvo ese plus de calidad. La oreja para el torero y una cerrada ovación para el toro.

El Juli silencio en ambos y Tomás Rufo ovación y silencio. Se corrieron cinco toros con el hierro de Domingo Hernández y uno de Garcigrande