Cañaveralejo” recibió la asistencia de medio aforo que soportó intensa lluvia entre segundo y tercero ejemplares. La camada de “Salento” este año  no llenó las expectativas y lamentablemente los ejemplares no tuvieron finales, acudiendo si a los caballos pero deslucidos en la muleta. Pesaron 472 – 450 – 466 – 460 – 490 y 502 kilos.

Joselito Adame basó su primera salida en el unipase, pues el ejemplar no acudía con presteza a las invitaciones del hidrocálido que estuvo muy por encima de las condiciones de su oponente. Estocada y descabello. Algo parecido sucedió en el cuarto, aunque hubo una tanda importante alargando las embestidas por momentos humillada del ejemplar. Pinchazo y estocada defectuosa. Silencio.

Román arranco los olés más sonoros de la tarde en el segundo que apuntaba a irse de la muleta pero de manera inteligente el valenciano dejaba el engaño en la cara y ahí logró tandas en redondo ligadas y templadas, todo acompañado con las notas de “Nerva”. Los dos espadazos le restaron puntos para llegar a cortar algún trofeo, recibiendo ovación con saludo desde el tercio. El quinto fue protestado por el público al parecer por su debilidad en los remos, siendo un toro muy complicado en faena de altibajos que no logró tomar vuelo en los tendidos. La espada sin efectos con varios descabellos. Silencio tras aviso.

Juan de Castilla es un torero ilusionante por su capacidad y valor. Aguantó la embestida del toro en el centro del albero logrando ligar los pases en redondo, girando apenas los talones. Faena aseada, con vibración en los tendidos, justa en las series que fueron muy templadas. Era faena de premio pero los aceros lo impidieron. Silencio tras aviso. El sexto empujo con fuerza la cabalgadura de Luis Viloriaproduciendo el tumbo pero después como sus hermanos careció de fondo y finales en la muleta del antioqueño que inició de hinojos su labor muletera aguantando cierta violencia en las embestidas con algo de genio que se fue desvaneciendo con el transcurrir de la faena. Silencio