Plaza llena en la octava corrida de abono en La Maestranza de Sevilla donde se lidiaron ejemplares de García  Jiménez y Olga García (1º bis y 3ro) bien presentados y de buen juego.

Toreo  de empaque, despacioso, con torería tal como es característico en Morante de la Puebla. Toreo con suavidad y sutileza. El público vibró con la labor capotera de Morante en el cuarto. La inspiración afloró con un toro muy venido a menos y al que toreó con ritmo, con armonía con suavidad, con naturalidad, destapando ese frasco de las esencias que con su aroma impregnó a todos los aficionados. Estocada entera. Una oreja.  

Muy despacio con el capote toreó Talavante en verónicas a pie junto al segundo.  Faena de gusto que comenzó de rodillas toreando en redondo y posteriormente series templadas por los dos pitones con adornos muy toreros, La faena fue corta con un toro que probablemente hubiese aguantado más muletazos pues tenía fuelle para ello. Silencio tras aviso. Con el quinto Talavante mostró seguridad al torear al natural que fue el pitón de más potabilidad. La estocada muy mal utilizada. Silencio

Doblones torerísimos con los que inicio su labor Emilio de Justo. Percance sin consecuencias. Gran toro que se rebozó con mucha casta y recorrido en la muleta del extremeño. Tomaba el primer muletazo y de ahí en adelante repetía con enorme clase, humillando mucho. Estocada entera y dos orejas con vuelta al ruedo al gran toro de Olga García. El sexto fue un toro muy agarrado al piso, sin transmitir y Emilio porfiándole con muletazos de uno en uno, desvaneciéndose así la posibilidad de la puerta del Príncipe. Estocada baja. Silencio.