• 18 octubre, 2024

FAENON DE EMILIO DE JUSTO CON UN TORO FIERO DE DOMINGO HERNANDEZ

FAENON DE EMILIO DE JUSTO CON UN TORO FIERO DE DOMINGO HERNANDEZ

 Por: Nestor Giraldo M.

Se colocó el lleno de no hay billetes en la Monumental plaza de toros Las Ventas de Madrid.Se lidiaron ejemplares de Domingo Hernández y Garcigrande bien presentados y de comportamiento dispar. Para destacar el primero con nobleza y el quinto con fiereza.

El Juli con un toro muy bueno que tenía fijeza, nobleza y transmisión construyó una faena sólida que comenzó doblándose muy bien con el ejemplar de mano baja en series de hasta seis muletazos y el pase de pecho, todo con temple, cosiendo uno tras otro los muletazos profundos al ejemplar de Domingo Hernández. Estocada y descabello. Petición unánime y oreja. El cuarto con mal estilo no permitió a El Juli cumplir con una faena armónica, ligada y estética

Emilio de Justo con un toro que tuvo alguna movilidad inicial marcó una faena con muletazos de uno en uno templados y artísticos abrochados con brillantes pases de pecho a la hombrera contraria. Su mejor momento lo tuvo cuando toreó por el pitón derecho aprovechando la nobleza del ejemplar. Media estocada y varios descabellos. Silencio tras aviso. En el quinto con 623 kilos y casi seis años, De Justo construyó un auténtico faenón de principio a fin. Inició por bajo doblándose toreramente con el bravo y exigente ejemplar con transmisión y fiereza para plantarle cara posteriormente en tandas firmes, armónicas, ligadas, vibrantes y rematadas a su mejor estilo. El epilogo de la faena emocionante, con cuatro soberbios trincherazos. La espada esta vez viajó de manera correcta en todo lo alto. Las dos orejas, el clamor de los aficionadas y el coro de torero, torero, torero!  con petición de vuelta al toro. Es la tercera puerta grande del torero extremeño en Las Ventas de Madrid. ¡El triunfo de Emilio de Justo no es casualidad!

Juan Ortega con un ejemplar complicado, de embestidas ásperas, rebrincado, protestando permanentemente echando la cara arriba, poco pudo realizar para expresar su toreo ortodoxo y de arte. La parte final del capítulo se complicó por los dos pinchazos que antecedieron a la estocada. Silencio.  En el sexto Juan Ortega tuvo pasajes y detalles muy importantes por los dos pitones. Trincherazos, derechazos y naturales con mucho empaque. Despachó de pinchazo hondo y descabello. Ovación tras aviso

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