• 27 julio, 2024

DIMES Y DIRETES…

 Por: Nestor Giraldo M.

2020 un año en el que el número de festejos en España y Francia es irrisorio comparado con años anteriores, todo por efectos de la pandemia del COVID-19, se presenta  con situaciones sorpresivas allá y acá.

Comencemos por lo de allá. El anuncio inesperado de Andrés Roca Rey en el que rompe relaciones laborales con sus apoderados Ramón Valencia y José Antonio Campuzano para ponerse en manos de Enrique Martín Arranz y José Miguel Arroyo “Joselito” quienes tienen en sus huestes a una figura grande de la talla de Alejandro Talavante. “Joselito” dijo al respecto: “A la fiesta le hace falta emoción y la de Talavante y Roca Rey sería una combinación explosiva para volver a llenar las plazas”. La verdad es que no le falta razón al madrileño pero la pregunta es: ¿A qué precio?  ¿Se pondrán estos apoderados la mano en el corazón para ser razonables y pensar que esta época y la que viene en el 2021 con tanta dificultad económica no es la propicia para ir a cobrar sumas exorbitantes por sus poderdantes?

Lo de Sebastián Castella es otro tema que sorprende por su categoría como torero- figura, joven, aclamado y requerido por todas las empresas. Decide de buenas a primeras mediante carta, anunciar su retiro no se sabe si temporal o definitivo de los ruedos. A los veinte años de alternativa duele su decisión pero al mismo tiempo se agradece el espacio que le pueda generar a toreros que vienen despuntando con mucha fuerza y que van vía a convertirse en figuras del toreo, oxigenando con nuevos nombres el abanico de espadas.

En lo que respecta de acá, hablo de Colombia, la suerte de nuestras ferias de finales y comienzo de año, parece estar echada a la cancelación de las mismas por el bendito problema de la pandemia. Pero hay más. La división en dos grupos de los toreros que anteriormente se aglutinaban solo en LA UNION DE TOREROS DE COLOMBIA, “UNDETOC”, ahora uno de ellos decide crear otra agremiación, fracturándose la unión, convirtiéndose en desunión. Una pena desde todo punto de vista sin entrar a juzgar a ninguna de las dos partes. Sabrán porque lo hicieron pero no deja de ser preocupante.

Así las cosas para el año 2021 y ya con el COVID-19, ojalá eliminado totalmente por medio de vacuna o disciplina social, promete ser un año de reivindicaciones taurinas a todo nivel con interesantes posturas artísticas, laborales y económicas que favorezcan a todos los estamentos de la fiesta.

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