Diversas opiniones de los expertos están suscitando incertidumbre entre la población que creen que con la aparición de la pandemia del coronavirus se está dando comienzo a la extinción de la humanidad. Lo que estaba previsto para los próximos veinte años.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Los científicos que vaticinaban el comienzo de la extinción de la humanidad a partir del año 2030 y el bajísimo número de crecimientos. Al parecer por la evidencia de los hechos, esos pronósticos se han anticipado con la presencia del coronavirus que sorprende y arrasa a la población mundial aceleradamente sin encontrar hasta el momento la vacuna y el método para contrarrestarlo.

Las Naciones Unidas hace estimativos de lo que estaría sucediendo a partir del 2025 por el decrecimiento notorio de la tasa de natalidad, de las guerras regionales entre países y de las domésticas como la de Colombia que todavía persiste, a pesar de que fue disfrazada por un negativo acuerdo de paz y de otros males oxigenados por el narcotráfico, coincide con los conceptos científicos que los cerca de ocho mil millones de habitantes de este globo terráqueo actuales, principian a desaparecer rápidamente a causa del covid 19 del que no se sabe cuánto tiempo más permanecerá entre nosotros y el que hasta el momento eleva su número de víctimas a cerca de ochocientas mil. La despoblación empieza a ser inminente. Se presume que naciones como Japón, India, China, Rusia, entre otros muchos, a finales de este siglo quedaran con menos de la mitad de sus habitantes y con una población mayoritariamente longeva.

Es dramático el pensar en el mediato futuro. En los próximos veinte años se producirá un colapso en la humanidad por la despoblación y el fin de la reproductividad. Sumado a estos vaticinios las influencias sociales nocivas y antinaturales como los movimientos anti-conceptivos, pro-aborto, eutanasia, ideología de género, además de la negativa de la juventud a procrear, quiere decir todo esto que la humanidad perderá todo su vigor y el derecho a la perdurabilidad de la vida.

La lucha pareciera ser intensa para quienes supervivan a todos estos fenómenos. No será al final del siglo para algunos, para otros iluminará el planeta en 2050. El control de la natalidad, tendría una solución, la reproducción in-vitro, se constituirían industrias de vida, bancos de semen y óvulos fértiles, vientres alquilados y úteros artificiales. De esta forma se acabaría con el temor a la súper población y ¡claro! la vejez sería más triste, larga y solitaria. Las previsiones también hacen pensar en aquellos viejos refranes que en el presente se pueden aplicar. <Cada quien construye su propio futuro>.