Pasada la Semana Santa en la que el recogimiento y actos de contrición fueron el común denominador de los fieles católicos y no católicos en Colombia surtieron efecto. Ahora en el tiempo de Pascua salen a flote los temores y miedos a políticos que han hecho su mea-culpa  generándoles una grande desconfianza.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Desconfianza total no es una sensación, es una realidad mostrada por el candidato del Pacto Histórico que en el amanecer de este 18 de abril hizo la fila en una notaría (Barrio El Sosiego) del sur de Bogotá para autenticar un documento en el que promete no expropiar, no libertad para los corruptos, ni violentos, ni criminales acusados tortura, violaciones, secuestro, reclutamiento forzado, de no rebaja de penas, entre otras promesas que hacen parte de lo absurdo, causan el abandono en sus huestes de innumerables seguidores. El hecho notarial es muestra de su temor, miedo, desconfianza, realidades que le asaltan porque su favoritismo está disminuyendo al igual que su credibilidad, mientras que los otros participantes en la carrera hacia la Presidencia de la República obtienen respaldo de partidos que históricamente han sido fundamentales para mantener la Democracia, de los Gremios, de la empresa privada y de la sociedad que habita en zonas deprimidas del país  y de las grandes capitales que creían en sus promesas, les ha hecho recapacitar por su inviabilidad. Es decir la confianza de los electores se le derrumba.

El otro tema que le opaca es el de nombres incluidos en la lista de senadores y representantes cuestionados por la justicia, lo que no da autoridad moral para censurar a quienes no piensan igual. Precisamente este miércoles -20A- ha tenido que mediante un trino solicitar a Piedad Córdoba suspender sus actividades dentro de la campaña hasta que pueda resolver su situación jurídica. Señalamientos que la involucran con Alex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro, manipulación de liberación de secuestrados de la guerrilla de la FARC y participación en ese grupo, la solicitud de extradición que tiene su hermano Alvaro Córdoba por supuestos vínculos con actividades de narcotráfico. Los principales transfugistas Roy Barreras y Armando Benedetti también convertidos en subalternos del tristemente célebre candidato recalaron en esa campaña. En procura de obtener votos su hermano visitó a los presos como Iván Moreno en la cárcel de la Picota comprometido como su hermano Samuel en el carrusel de la contratación de Bogotá. Y su propuesta de justicia restaurativa no tiene repercusión.

¡Con estas propuestas no se puede vivir sabroso!.