• 25 julio, 2024

PUERTA GRANDE PARA TALAVANTE, DE JUSTO Y CABALLERO TRAS 8 AÑOS DE INACTIVIDAD TAURINA EN MELILLA

PUERTA GRANDE PARA TALAVANTE, DE JUSTO Y CABALLERO TRAS 8 AÑOS DE INACTIVIDAD TAURINA EN MELILLA

Melilla es una ciudad autónoma española situada en el norte de África, a orillas del mar Mediterráneo en la frontera norte con Marruecos.

Casi lleno en los tendidos tras 8 años de no tener actividad taurina.

Se lidiaron ejemplares de La Palmosilla (1º, 5º y 6º) y Álvaro Núñez (2º, 3º y 4º) con diversa presentación y comportamiento

Alejandro Talavante Magnifica faena del extremeño con un toro de La Palmosilla muy entregado, de buen recorrido, bravo y repitiendo las embestidas. Toreó de manera superior por el pitón izquierdo y series templadas por el derecho. La estocada un tanto contraria fue efectiva y la presidencia valoró la actuación de Talavante con las dos orejas- El cuarto de Álvaro Núñez humilló y transmitió en la muleta de Talavante por el izquierdo y por el derecho toreó en redondo dejando ver la difícil facilidad de la lidia, con mucha naturalidad. Ajustadas manoletinas en el epilogo de la faena. Metisaca, pinchazo y estocada que tardó. Silencio

Emilio de Justo con un toro de Álvaro Núñez fabricó interesante faena con mucha voluntad a pesar de las reacciones del toro que tuvo nobleza pero tardeó en las embestidas sin dejar ligar del todo en redondo. Finalizó su labor por manoletinas. Estocada en todo lo alto para el premio de una oreja. El quinto de La Palmosilla aunque tuvo nobleza, le faltó romper en la muleta del diestro de Cáceres que como siempre estuvo dispuesto y logró muletazos y tandas estimables. La estocada que quedó en todo lo alto tardó en efectividad y a pesar del aviso se le concedió un apéndice con solicitud del segundo.

Gonzalo Caballero con el ejemplar de Álvaro Núñez muy terciado y después de haber manseado en capa y varas, cambió su conducta siendo noble y con transmisión en la muleta de Caballero que lo entendió y toreó sobre las dos manos incluso en muletazos invertidos quedándose muy quieto. Dos pinchazos, estocada que asomó por los bajos, dos pinchazos más y palmas tras aviso. El cierra plaza de La Palmosilla dejó a Caballero interpretar una faena meritoria con un astado de buena condición. Ya lo había dejado ver en su primero, la estética y lo bien que compone la figura al pegar los muletazos, pues en este lo logró también, recreándose en series de alto nivel con la mano derecha. Finalizó su labor con manoletinas y depositó el acero en su totalidad, tardando el ejemplar en derrumbarse para concedérsele las dos orejas

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