Por: Néstor A. Giraldo Mejía

Plaza llena en la décimo tercera corrida de la feria de San Isidro en Madrid en la que se lidiaron ejemplares del Conde de Mayalde encaste Domecq  variopinta y desiguales en presentación pesaron 595 – 554 – 550 – 610 – 580 y 540 kilos.

Jorge Martínez (Confirmante) lidió el primero de la tarde con pocas opciones en capa. Derribó en varas y arrolló al murciano en la salida del peto. En la segunda vara se llevó por delante a Cayetano arrastrándolo por la arena. Brindis a Ruiz Manuel quien ha sido su mentor. Con embestidas bruscas el ejemplar le deslució las series por los derrotes. Poco a poco fue suavizando su comportamiento por el pitón izquierdo al punto de permitir buenos naturales que tuvieron temple y firmeza. Estocada en los blandos que tuvo eficacia. Silencio.  Lidió el cuarto de la tarde corriendo turno por dolencias de Cayetano. Ejemplar con bondad y nobleza arrancándose de largo con obediencia y codicia a la muleta que fue bien manejada por derechas. Por naturales también acudió con recorrido y fijeza. Sin embargo no tomo vuelo en los tendidos. Final por trincherazos con pinchazo y estocada. Silencio tras aviso.

Cayetano que venía de ser revisado en la enfermería dejó ver gestos de dolor en la parte cervical. Cuando comenzaba de rodillas su labor, fue atropellado sin consecuencias. El pitón izquierdo con cierta calidad, permitió algunos naturales templados. Por el derecho corto y sin recorrido. Estocada trasera, tendida y descabello. Palmas. El sexto que inicialmente hacia cuarto, con nobleza pero flojo de remos tomo la muleta por el pitón izquierdo con poca transmisión. Estocada entera.

Andrés Roca Rey en el tercero dictó otra catedra de bien torear. Faena ordenada de capote a espada. Derechazos largos, profundos y templados y naturales con un pitón izquierdo más problemático pero con el que también pudo lucir. No faltaron los pases por la espalda y el final por bernadinas. La estocada que fue perfecta, no tuvo efectividad al punto de escuchar dos avisos y palmas,  para el limeño. El quinto dejó constancia de su mansedumbre al evitar las varas. En la muleta fue otro toro con posibilidades que aprovecho Roca Rey bajando el engaño y corriendo muy bien la mano templando cada pase. Aceptó los muletazos por el izquierdo aunque con más recelo. Pinchazos y estocada.  En el momento de caer el toro, sonó el tercer aviso.