Por: Néstor A. Giraldo Mejía

Los contactos de algunos parlamentarios colombianos con ONGs extranjeras al parecer fueron definitivos para llegar a la decisión final de manera arbitraria de prohibir las corridas de toros.

Dos de estas ONGs  son la inglesa DEFENDER ANIMALS INTERNATIONAL “ADI” y la americana NATURAL ANIMALS, impulsando la primera un despliegue especial al triunfo de los políticos que se hacen llamar “animalistas” en su página de internet.

Desde hace años hay vinculación de los políticos nacionales y los mal llamados ani- malistas no solo con estas dos ONGs sino también con otras de Bélgica, Holanda y Alemania que tienen la labor de ir por el mundo comprando conciencias para alinear a muchos activistas mediante grandes estímulos económicos a que se acabe con tradiciones culturales y convertir sobre todo a la población juvenil en idiotas útiles para eliminar de su cadena alimenticia, los artículos cárnicos protegiendo según ellos la vida de bovinos, porcinos y aviares.  

Es muy probable que del colchón económico de estas ONGs hayan salido jugosos recursos para incentivar a quienes se consideran ecologistas y animalistas que si lo fueran en realidad, estarían protegiendo la vida del toro de lidia pero lo único que están haciendo es acelerar su extinción definitiva.

Esta situación de penetración de dineros extranjeros en la lucha contra el prohibicionismo taurino,  invalida y deslegitima cualquier “noble propósito” de defender al toro de lidia, al toro bravo.

Queda claro entonces que estamos frente a la nueva era del negocio verde, encaminado a eliminar el  negocio animalista con argumentos dizque de protección al medio ambiente.

Por lo anterior y por una vida sana y equilibrada entre ciudadanos civilizados, se requiere despolitizar la cultura,  DESPOLITIZAR LA FIESTA BRAVA.